Ya se empieza a sentir ese frío por las mañanas, no sé si soy yo, eres tú o es la soledad de mi cama.

Llueve.

Y no lo veo desde la ventana sino desde tus ojos.
Dejaste tu olor desprendido por ahí y tus ganas de mí vacías.  Contigo se fueron muchas cosas.
Se fueron los deslices, los besos robados, tu letra cursiva, tus libros, tus discos... mis miedos.

Te frustro.

Y lo ven mis oídos.
Me estás gritando, me estas reclamando algo que no puedo, pero quiero darte, que no te mire no quiere decir que no se me mueva nada por dentro, porque si, estos fantasmas me están matando.

Te vas.

Y es normal no aguantar las goteras.
Es lo fácil, lo simple, lo rápido y no te pido que luches por algo que ya está perdido. Contigo se fueron muchos accidentes, muchas guerras ganadas menos la mía.

Miedo.

Y el miedo ha vuelto.
Siempre había una llama dentro, siempre tuve miedo a que se te apagara la mirada, a que yo te apagara la mirada.



by Eleonor Almanzor.





Comentarios

Entradas populares