No estabas cerca y eso para mi era un alivio.

¿Sabéis ese cosquilleo cuando alguien que te gusta te habla? pues lo mismo sentía yo pero de miedo.
    No se si del amor al odio hay un paso pero entre nosotros ahora hay un abismo y yo que me alegro, espero que no caigas porque no estaré ahí para verlo. No voy a decir el no eres tu soy yo, porque fuiste tu y un poco yo. Los ataques psicológicos me empezaron a hacer efecto y cuando decidiste que ya bastaba a mi no me quedaba nada que ofrecerte. Me lo quitaste todo, mi autoestima, mis ganas, mis discos, mi amor por ti, todo. Ahora me exiges que sienta lo que hace mucho que no siento y que te gima el placer que ya no te tengo.

Que te quieran otras ya no me importa.

Al principio fue difícil, no voy a negarlo. Te echaba de menos, echaba de menos esa complicidad. Solo sentía un vacío y ese vacío daba vértigo. Eras como una droga, cuando tenía mono de ti simplemente te llamaba y se me pasaba y cuando nos veíamos para mi era como una sobredosis. Yo solo me preguntaba porque no eras así antes, porque ya no sentía nada. El deseo de estar contigo era mi mayor defecto. Tuve demasiado miedo para una persona que no era tan peligrosa como decía ser.

De mi herida ya no salían espinas.

Después de ti, me empecé a aburrir como una zorra. Buscabas a la de ayer, a la que te quería, a la que te daba todo sin pedir nada a cambio. No busques a la de ayer porque muere en cada insulto que tu le propinas a mi ya dolorida autoestima. No te equivoques, no fue frustrante, ni doloroso. Pasé de luchar por ti a luchar contra ti.

Porque no hay dolor que por bien no venga.

Lo mío contigo no se puede llamar desamor, ni odio, ni miedo, ni dolor...no se supongo que ya me da igual.

Curarse a golpes siempre es mas complicado.


by Eleonor Almanzor.

Comentarios

Entradas populares