Quiéreme.
Sin rúbrica, pero por pacto tácito
acepta ser mi víctima.
Déjame que te lleve hacia la atmósfera, acompáñame a mi triste habitáculo.
Sentémonos, mirémonos,
relajémonos y pongamos música.
De pronto, abalancémonos
besémonos con hambre, acariciémonos.
Desnudémonos rápido
y volvámonos locos. Devorémonos como bestias indómitas. 
Mostrémonos solícitos en cada prolegómeno.
Derritámonos en abrazos cálidos.
Virtámonos en húmedos océanos.
Ábrete a mí, abandónate y enséñame el sabor de tus líquidos.
Mordámonos, toquémonos, gritémonos permitámonos que todo sea válido y sin parar,
follémonos.
Follémonos hasta quedar afónicos.
Follémonos hasta quedar escuálidos.
Y al otro día, quiéreme.

Daniel Orviz.

Fotografía: Eleonor Almanzor



Comentarios

Entradas populares